El próximo papa
Unos dicen que el próximo papa será Scola, otros dicen que Schonborn, otros que Bertone y otros dicen que Scherer. Yo que nunca me equiveco he venido esta tarde a decirles quién será el próximo papa. El próximo papa será un ancianito con delirios de grandeza que ha aspirado toda su vida a declararse vocero personal de Dios ante el universo, se vestirá como una drag queen renacentista, se pondrá en la cabeza unos cucuruchos dorados que lo conecten con la divinidad, recorrerá el planeta en una especie de ómnibus para un solo pasajero que es lo más parecido que se ha visto a un ovni con su propio extraterrestre adentro, hablará en lenguas diariamente, tendrá un mayordomo con pinta de neonazi sadomasoco, dedicará el resto de su vida a encubrir a otros viejitos que a su vez dedicarán el resto de sus vidas a encubrir a miles de pederastas asolapados, un día se preguntará cuántos millones de niños pobres podrían comer decentemente si la Iglesia les donara sus tesoros pero de inmediato se despertará de ese mal sueño para vestirse con una sotana de quince mil dólares, se pondrá sus zapatos de terciopelo escarlata para ir a una plaza romana a insultar a los gays, se preguntará por qué cualquier huevada que le pase por la mente en materia de doctrina es ineluctablemente verdadera y cómo se reconcilia eso con los cincuenta años que lleva como parte de una gran mafia mundial, y nunca le pasará por la cabeza la ironía de que los antiguos romanos hayan colgado a Cristo de una cruz y los romanos contemporáneos lo cuelguen en la puerta de un banco dedicado al lavado de dólares del narcotráfico, de la mafia italiana, del fascismo, etc. Les apuesto lo que quieran a que ese patita va a ser el próximo papa.